“Eso estaba más arreglado que los sobrinos míos pa’ fiesta”: Arzuaga sobre final del 2003
El exatacante repasó su carrera en Junior, club en el que tuvo distintas etapas.
71 goles, 213 partidos y 2 títulos fueron los números de Martín Arzuaga en el Junior de Barranquilla, equipo en el que debutó profesionalmente y donde tuvo cinco ciclos; potencia, fuerza y carácter son algunas de las cualidades del ‘Toro de Becerril’ que enamoraron a la afición barranquillera, además de los golazos inolvidables que anotó.
En diálogo con Zona Cero, y con motivo de los 100 años de Junior, el exfutbolista recordó su vida en el cuadro rojiblanco y dio algunos datos como sus mejores goles, los compañeros con los que se entendió mejor dentro del campo, y sus mejores momentos, al igual que los más difíciles.
Además de deudas pendientes y la actualidad que afronta el equipo este semestre.
¿Qué significa Junior para Martín Arzuaga?
Significa alegría, es el equipo que nos representa a toda la Costa Caribe, que tiene la particularidad de estar entre amores y odios, del que todo el mundo habla y del cual soy hincha. Es el equipo que me dio la oportunidad para desarrollar mis cualidades y al cual le debo las oportunidades de mostrarme ante el mundo.
De todas las etapas, ¿Cuál fue la más significativa?
Yo estuve 2003, 2004, 2005, 2010… fui un jugador que cuando estuve en Junior siempre disputé finales, siempre. Todas fueron maravillosas, cada una con un contenido distinto pero maravillosa. También tengo que tener en cuenta la época en la que me subieron, que todo era difícil… el ‘kínder’ de Comesaña (2002), donde nos fortalecimos a través de la resistencia de la gente porque Junior es un equipo que debe ganar títulos, pero nos sirvió para sumar experiencia y luego ese mismo equipo brindarle muchas alegrías a la gente.
¿Y el momento más especial?
Para mí, significativo y por el título, el del 2004. Pero no me puedo olvidar del 2003 que peleé el título de goleador. Esos dos momentos.
¿Y alguna deuda pendiente?
Terminar (carrera) en Junior, pero yo creo que la del torneo del 2003 (final perdida ante Once Caldas), donde me expulsaron injustamente. La verdad que nunca se mostró esa jugada y como siempre digo, estaba más arreglado que los sobrinos míos pa’ fiesta.
¿Los mejores goles?
Muchos. Puedo tomar el de River (Libertadores), al Internacional de Porto Alegre en la Copa Sudamericana, uno que le hice al Unión (Magdalena) que enganché por allá pegado a la banda a un defensa que se llamaba Alderete y se la metí al segundo palo del arquero. Y uno que le hice al Pasto volteándome fuera de las 18 cayéndome.
¿Mejor socio?
Dos jugadores que me entendí muy bien: ‘El Piojo’ Acuña y Omar Pérez. Sabíamos los movimientos, no éramos egoístas, siempre fuimos jugadores que pensaban en el colectivo y no en lo particular.
¿Momento más difícil?
Seguramente fue ese 2003 donde nos estamos fortaleciendo y en ese fortalecimiento recibimos muchas críticas. En realidad, empatamos muchos partidos, ganamos dos clásicos y pare de contar. Pero eso nos sirvió para robustecer nuestra coraza, nuestras características de juego y nos sirvió luego para mantener el estadio lleno porque ese equipo, con Dragan Miranovic, sacó la mejor versión de cada uno de nosotros con puro pelaos, sin figuras y llenábamos el ‘Metro’ con 60.000 (personas).
¿Cómo ve la actualidad de Junior en este semestre?
Siendo sincero, hay que trabajar muchos más, hay que sincronizar los movimientos, tratar de buscar un fútbol interno porque dependemos mucho de las bandas, pero Junior debe buscar alternativas donde tenga menos complejidad y donde pueda tener sorpresa, que viene siendo por dentro. Estamos siendo muy predecibles. Yo siempre digo que, entre Cantillo, Fuentes, Enamorado y Bacca, si no están, todo se nos pone cuesta arriba; Colo Colo va a ser un rival muy difícil por la característica de juego y del técnico, (Jorge) Almirón.